ASESORAMIENTO AMABLE Y EXPERTO
Al adoptar algunos buenos hábitos, podrás disfrutar de los beneficios del sol a la vez que cuidas tu piel con tendencia acneica.
Limitar la exposición al sol
Lo primero que hay que evitar es una exposición excesiva al sol, para no empeorar el acné. La exposición excesiva al sol o una protección solar inadecuada también pueden causar problemas
de pigmentación, y las personas con acné o cicatrices de acné son especialmente propensas a la hiperpigmentación. Como mínimo, evita las horas de exposición más peligrosas,
de 11 a 16 horas, y respeta todas las reglas de la exposición al sol. Las camas solares deben evitarse por completo, ya que favorecen el engrosamiento de la piel.
Utilizar una protección solar adecuada
Para limitar los riesgos de hiperpigmentación, es importante utilizar una protección solar eficaz adaptada a las pieles con tendencia acneica, con una fórmula no grasa y no comedogénica.
Una textura ligera, como un gel o un fluido, es especialmente adecuada para las pieles con tendencia acneica. Como con cualquier exposición al sol, recuerda volver a aplicar el protector solar al menos cada
2 horas y después de bañarse, secarse con una toalla o sudar.
Recuerda lavar tu rostro por la mañana y por la noche con agua micelar o un gel limpiador de pH neutro para eliminar las impurezas y el exceso de sebo en la superficie. También te puedes aplicar un exfoliante
o una mascarilla sobre la piel una o dos veces por semana para eliminar las células muertas y evitar que los poros se obstruyan más adelante. Una dieta equilibrada y una hidratación regular
también pueden ayudar a eliminar las toxinas.