La falta de sebo puede debilitar y secar el rostro. Tu piel es entonces más
susceptible a la tirantez, el enrojecimiento y otros agresores externos.
¿Cómo proteger, nutrir y devolver la luminosidad? Descubre nuestros
consejos
Es importante recordar que la piel seca es el resultado de una disfunción
de las glándulas sebáceas. Esto provoca una falta de sebo y
una película hidrolipídica que ya no funciona como barrera.
Y, como el rostro tiene una cantidad abundante de glándulas sebáceas,
es el primero en sufrir los efectos de la piel seca.
Pero eso no es todo: la piel del rostro es especialmente fina y además
está constantemente expuesta a influencias externas. Y no nos
olvidemos de que ciertas zonas, como los ojos o los labios, son más
sensibles.
Por lo tanto, una piel seca significa una piel que carece de luminosidad,
tiene una textura más tirante y pierde su elasticidad... Así
que, cada mañana, es la misma historia. La piel del rostro se siente
tensa, está más sensible y menos suave. Puedes ver que tu
piel está más apagada. A veces hay descamación y
enrojecimiento.
Afortunadamente, existen soluciones para hacer frente a todas estas
molestias.
No confundas la piel seca con la piel deshidratada. Mientras que esta
última necesita agua, la piel seca requiere ante todo lípidos,
o aceites.
Limpia tu piel por la mañana y por la noche con un desmaquillante
suave, calmante y no secante aplicado con las yemas de los dedos. Para
mayor suavidad, retíralo con un disco de algodón reutilizable
empapado en Agua termal de Avène.
Segundo paso: proteger y nutrir la piel. En realidad, necesita confort.
Elige una crema nutritiva de textura fundente por la mañana y por la
noche. ¿Por qué también “por la noche”? La
piel se regenera mejor por la noche y no sufre las agresiones externas, por
lo que permanecerá nutrida por más tiempo durante la noche,
y, por la mañana, estará más suave y menos radiante.
Relleno: restablece rápidamente la flexibilidad y la luminosidad. Y,
en caso de sequedad grave, una Cold Cream, aplicada como tratamiento
nocturno, puede proporcionar alivio.
Por último, ciertas partes del rostro se ponen a prueba, sobre todo
en invierno. Este es el caso de los labios. No olvides nutrirlos también
con un tratamiento específico.
Tengo la piel seca desde que era niña y sé que, si dejo de usar crema, mi piel
se siente inmediatamente tirante.
Factores que agravan la sequedad de la piel del rostro
Además de la predisposición genética o la edad, hay factores externos
sobre los que puedes hacer algo al respecto.
Causas medioambientales
Los síntomas de la piel seca son más frecuentes cuando
el aire es frío y seco. Por eso, el invierno es cuando esta
sequedad es peor. Y no olvides que, en verano, los rayos UV pueden
acelerar el envejecimiento y la sequedad de la piel: usa protección
solar. Sea cual sea la estación del año, adapta tu
tratamiento: en invierno; apuesta por la textura untuosa. En
verano, prioriza las texturas fluidas, como las emulsiones, que son
más ligeras para la piel cuando hace calor.
Higiene deficiente
Los tratamientos faciales demasiado agresivos, como ciertos jabones,
pueden irritar y secar la piel. Es importante utilizar
productos de higiene suaves que sean adecuados para la piel seca y
que se utilicen en forma de leche o loción en gel para
limpiar suavemente el rostro.
CONSEJOS DEL EXPERTO
¿Puedo ponerme maquillaje en la piel seca?
La buena noticia es que, si tu piel es levemente seca, el maquillaje
durará bastante. Pero, si la sequedad de tu piel es más
aguda, las cosas se complican.
Para facilitar la aplicación, comienza con una crema nutritiva de
día. Permite que los pigmentos se adhieran fácilmente al
maquillaje.
Si tienes manchas claras, opta por una textura de base de maquillaje
fluida. Si las manchas son más marcadas, elige una crema
compacta para la piel con una textura confortable.
Para una aplicación más rápida, coloca la base de
maquillaje con los dedos. Para ocultar la descamación y evitar
el aspecto “agrietado”, utiliza una esponja. Y, para mayor
ligereza, usa la brocha.
No omitas la exfoliación
Mito #1: Si tienes la piel
seca y sensible, tal vez pienses que hay que evitar los productos
exfoliantes porque dañarán aún más la
barrera cutánea.
¿Por qué es un error pensar de esta manera? Un
exfoliante para piel sensible una vez a la semana quitará
las células muertas que quedan en la superficie de la piel,
exfoliará suavemente y devolverá la luminosidad. Para
obtener resultados aún mejores, no dudes en utilizar este
exfoliante con una mascarilla nutritiva.
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